La innovación tecnológica, clave para reducir los costos ocultos
El sector financiero en Colombia está viviendo un momento de evolución sin precedentes. La digitalización de la economía ha impulsado la modernización de la banca, y 2025 será un año clave para acelerar este proceso. Adoptar nuevas tecnologías ya no es solo una oportunidad de crecimiento, sino un factor determinante para fortalecer la competitividad, mejorar la experiencia del cliente y garantizar la eficiencia operativa.
Los datos respaldan esta necesidad. Según un estudio de IDC, los sistemas bancarios heredados representaron pérdidas globales por más de 36.000 millones de dólares, una cifra que podría escalar a 57.000 millones para 2028 si las instituciones financieras no modernizan su infraestructura.
En ese marco, el surgimiento en los últimos años de nuevos actores en el sistema financiero exige potenciar servicios de la mano de herramientas como las billeteras virtuales, la biometría o la tokenización, entre otras, para responder a la demanda con servicios más rápidos, ágiles y personalizados.
La adaptación también puede venir de la mano de partners o aliados, que acompañen en el proceso integrando infraestructura de última generación.
Uno de los casos es el de Pomelo, empresa de
Además, gracias a la tecnología de tokenización, posibilitó que las tarjetas de Lulo X pudieran ser utilizadas a través de billeteras virtuales, lo cual facilitó a los clientes hacer compras en comercios físicos y virtuales que aceptan tecnología NFC, en cualquier parte del mundo.
«La renovación de los sistemas apunta a generar una experiencia de usuario rápida, simple y segura. Hoy, los clientes quieren que su entidad financiera le ofrezca más propuestas con valor agregado que faciliten las transacciones de su vida diaria. Gracias a los recursos que aportamos, hay empresas que exhiben una capacidad superior a las 55 millones de transacciones por día y pueden crear cientos de tarjetas por segundo”, afirma Diego Quesada, Country Manager de países andinos.
En Colombia, el 73% de las entidades financieras locales han implementado nuevas tecnologías en sus operaciones, según el último informe de Gestión Gremial de Asobancaria, principalmente incorporando inteligencia artificial, automatización y capacidad de procesamiento de datos en grandes volúmenes o Big Data. Estos desarrollos se pueden realizar de manera progresiva o escalable, lo que posibilita también dejar abierta la puerta a las innovaciones que eventualmente surjan en el futuro.
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